Un cuento sobre la vida
Barcelona, 26 de octubre de 2011.
El próximo martes 1 de noviembre, día de Todos los Santos, tiene lugar el taller de cuentos "De muda en muda", dirigido a familias con niños a partir de 3 años con el objetivo de poder promover el trabajo de las emociones relacionadas con el ciclo vital a través del juego y la expresión. Organizado por Serveis Funeraris Integrals (SFI) y la asociación AVES, el taller se llevará a cabo en el Cementerio Comarcal de Roques Blanques en dos sesiones: de 10.30 a 11.30 horas y de 12 a 13 horas.
La actividad tiene como elemento central la narración teatralizada del cuento De muda en muda, de la escritora Paloma Maldonado, editado especialmente para el taller y que explica la historia de un gusano de seda que se transforma en mariposa. De muda en muda se inicia con un taller de expresión oral y plástica, donde se trabaja con diferentes elementos y objetos que viven un proceso de transformación a medida que se desarrolla la actividad. De esta forma, se experimenta con los procesos vitales y las emociones, tomando como referente el gusano de seda, protagonista del cuento.
De muda en muda se enmarca en un proyecto global llamado Art i Absència (Arte y Ausencia), que también contempla talleres para adolescentes, adultos y profesionales, siempre con el objetivo de trabajar los ciclos de la vida, la pérdida y el duelo a través de la expresión artística, la comunicación y el diálogo. Según la pedagoga Neus Ballesteros, directora del proyecto Art i Absència, “a través del que se trabaja en estos talleres, queremos dar espacio al diálogo y poner nombre al que pensamos y sentimos en el entorno de las pérdidas y los cambios vitales”. El objetivo es que tanto niños como adultos aprendan a reconocer y vivir las emociones con naturalidad.
Art i Absència se lleva a cabo durando todo el año en la sede de AVES en Barcelona y en varios centros que solicitan los talleres. “Es la primera vez que planteamos un taller de cuentos en el cementerio –comenta Joan Ventura, director de Cementerios de SFI- pero creemos que es positivo que los niños se acerquen con “normalidad” a estos espacios, acompañados de la familia. Desde pequeños es importante que puedan entender que la muerte es parte de la vida. Además, creemos que un espacio natural como Roques Blanques es óptimo, puesto que permite que la actividad se pueda hacer en plena montaña, rodeados de árboles y de naturaleza. No es un cementerio “tradicional”, sino entendido como un parque y abierto a todo el mundo”.